Se dice que alguien está en Babia cuando su mente se encuentra lejos de donde se supone que debería estar. Desde allí respira libre, burla la conciencia.
Babia es el lienzo en blanco que precede a la pintura, el silencio sobre el que emerge la música que acaba estallando en sonidos de colores. Babia es un monólogo de seis cuerdas y un negro aljibe de madera.
En su sencillez reside el desafío y la recompensa, la búsqueda eterna de la belleza.